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lunes, 8 de julio de 2019

Peregrinación guadalupana




La capilla se construyó en la cima del cerro. La fachada es amarilla y hay cultivos de café y campos de pastoreo a su alrededor. Sus puertas se abren cada 12 de diciembre, en el día de la guadalupana.
El cerro está junto a la carretera que conecta a Huatusco con otros municipios de la región montañosa de Veracruz. Un sendero lo atraviesa y es recorrido por personas en cuyas casas puede haber una representación de la “protectora de México”, ya sea un cuadro colgado en la sala principal, ya sea una figura sobre la mesa de noche.
En 2010, los creyentes de la Virgen de Guadalupe celebraron 479 años de su aparición, y con la peregrinación principia la jornada. El objetivo: llegar al templo donde pueden agradecerle mientras observan una imagen suya en un lienzo, como fondo de un altar. Quienes no viajan en caravana al cerro de Tepeyac en la Basílica de Guadalupe de Ciudad de México, donde se registra la primera aparición mariana, buscan otras alternativas de festejo. Para los huatusqueños implica caminar por lo menos hora y media hasta llegar a la capilla de fachada amarilla.
Desde el día anterior iniciaron las peregrinaciones en el municipio, y varias personas durmieron en la cima del cerro. Fueron los primeros en recibir las bendiciones por parte del sacerdote que ofrece misas en una explanada. El hombre de sotana lanza agua sobre quienes fruncen el ceño a causa de la luz del sol y levantan pequeñas, medianas y grandísimas figuras de la virgen que es morena.
Hay creyentes descalzos, otros cumplen la travesía arrodillados. Algunos niños y niñas visten sombreros y ropa blanca y realizan el recorrido en los hombros de sus padres. Las familias descansan en los campos de pastoreo. Pasan la cerca, buscan un árbol, sacan de sus morrales recipientes llenos de arroz, guisados, tortillas.
Pero en una calle de Huatusco, al mediodía del 12 de diciembre, un hombre que no subió el cerro es apuñalado dos veces, luego le disparan, una bala atraviesa su pecho.