Hacer
un cuento donde no hay historia. En cualquier momento salta y reclama una
propia identidad, cualquiera. Si no existe, ¿por qué se escribe él mismo? Antes
de iniciar el juego-puzzle, ¿por qué se piensa un cuento como tal?
Es
un gran esfuerzo: perseverar en cada letra en un intento por hallar su cabeza.
Historia no contada pero existente, con gestos bipolares y dedos chuecos por
falta de pretensión. Y ahora importa poco; cuento afligido con inquietudes de
escéptico, mira a otros de su calaña arrastrar las colas de puntos
suspensivos. Mejor no dar tanta lata y dejar que la jaqueca pase sin esas
artimañas llamadas aspirinas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario