El edificio tiene cinco niveles. Su apartamento está
en el último. Para llegar abra la puerta de entrada al primer nivel, camine el
corredor y suba los quince escalones, doble hacia la derecha, camine el
corredor, doble hacia la derecha y suba los quince escalones, doble hacia la
derecha, camine el corredor, doble hacia la derecha y suba los quince
escalones, doble hacia la derecha y camine el corredor y doble hacia la derecha
y quince escalones y derecha y corredor y final del recorrido: la puerta del
apartamento. Abra y entre. Pero cuidado, el semáforo de la esquina aún está en
rojo. Mejor espere para cruzar la calle y preguntarse, observando el edificio
de cinco niveles, si era mejor opción haber tomado el elevador.
Me parece muy logrado este juego de simetrías. Lo realza, además, la contemplación desde fuera que lo cierra. Me gustan estos planteamientos poliédricos, lógicos, que yo no domino; es como tener acceso a otra mirada de las cosas.
ResponderEliminarAbrazos
Me perdí con tanta escalera y pasillos...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Susana, he intentado escribir varios con una intención semejante. Quizá este es el que mejor me ha quedado, buscar algo que tenga un destino circular.
ResponderEliminarRosa, trataré de poner señalamientos en escaleras y pasillos, sólo para que no te pierdas por ahí.