En un juego de papeles de colores
escribo frases de parapente hacia el vacío. Llenan la puerta del clóset al pegarlos
con adhesivo especial. Es
un collage de cuadritos morados,
rojos, amarillos y azules,
de palabras, garabatos y tachones lentos. Podrían ser
una historia
o una letra
de cantautor consagrado. “Veritas” “Chale” “Celaya” “Ávatar” “Golpe de ala”
“Zócalo” “alebrijes” “Technotitlán” “Pereira “La Urbana” “Halo” “Proceso”
“Poema” “Crónicas” “Plantas contra Zombies”
“Alguna vez” “Colonia Tránsito” “Pearl Jam” “Libro” “Alameda” “Diego Rivera”
“Póker” “Bochica” “Chía” “Baile-recontra-baile” “Sapos” “Música” “Cumbia”
“Tláloc” “Lejos” “Cerca” “Papalote” “cometa” “MiguelMolinaFifoPaisaatiendenenunbar”
“Papá cerca de Armero” “Mamá con Mara duermen tranquilas” “Cerveza” “chela”
“birra” “Cranberries” “Naruto” “Metro Hidalgo” “Ixtapaluca” “Acosta” “Cosa con
ojos” “Veracruz” “Cali” “Huatusco” “Cuautémoc mal escrito”, están allí grabadas en memoria y
viajes.
Antes de ir al trabajo,
cuando Pamen
duerme, trato de recordar cuál papel de color ella se detuvo a leer al sacar su
pijama del clóset. Luego, con suerte de regalo navideño o sorpresa de no
cumpleaños, lo desprendo y
lo dejo
dormir entre cosméticos y plumas que tiene en su bolso.
En algún momento ella tendrá una insistencia anónima e involuntaria, en
cualquier día, en cualquier hora, un calor endémico resuelto en lo dulce y vertiginoso. Abrirá el bolso,
digamos, cuando
come en una fonda mexicana no muy lejos de la estación Metrobús Insurgentes. Buscará algo que reconocerá hasta tenerlo
frente a sus ojos. Si recuerda será por leer y ojalá sonría o se enfade con ese
retazo cuadrado de colores en sus manos. Ojalá lo haga y esté emocionada al
pensar en
una casualidad de alebrijes contenida
en su bolso. Llegará a casa y lo pegará en el clóset. Esperará el siguiente día, y de esta manera nos comunicamos,
pues yo no tengo la valentía romántica de otorgar tiempo a las citas cinéfilas y las fechas de aniversario.
Así completo mi
estrategia iniciada por ella. Así no me
olvidará.
Ilustra la presencia del papel y la pluma como elemento de amor a través de los tiempos.
ResponderEliminarSiempre, Carlos, el Papel y la pluma nos ayudarán en esos temas.
EliminarEsos papeles son la única nota de color en una mente teñida de clarososcuros y que la retienen en una vida vivida, aunque ella no lo sepa.
ResponderEliminarEsas frases de parapente me han dejado colgada de ellas.
Besos de gofio.
Glora, yo espero que ella, aunque no sepa de las frases, las recuerde y me recuerde, que diga, quizá "Ahh, esto se parece a Tavo" Algo así.
EliminarAbrazos.
Cuando la persona o la ocasión lo merece cualquier estrategia es buena. Reconozco que la de los papeles de colores que, sin duda, voverá a pegar. Tienes asegurado no caer en el olvido.
ResponderEliminarUn abrazo
Espero eso Pilar, que no me olviden. Vaya uno a saber qué tantas cosas se inventan para que no olvidemos, como escribir, por ejemplo.
EliminarAbrazos.
Primo me has matado con este post... me has matado... después, quizás, entiendas, por qué...
ResponderEliminarPrima, te va tocar decirme el por qué.
ResponderEliminarsos genial para escribir
ResponderEliminarSos genial para comentar
un beso con flor para solo vos