Una persona hace muecas
frente a un espejo. El reflejo, afín al sentido común, responde con caras
iguales, y alza los brazos como su ejecutor los alza, y mueve la boca hacía un
lado y muestra la lengua de la manera esperada: pequeño divertimento al
observarse en la mañana. Pero si en algún momento ese otro yo corre hacia un
costado del espejo y desaparece, si no duplica el susto monosílabo de quien ve
el fondo vacío y enmarcado a sus espaldas, si luego retorna a su lugar y avergonzado
pide disculpas,
¿qué hacer?
Afín al sentido común,
la persona se palmeará un hombro para seguir jugando.
Analizarse es bueno
ResponderEliminarEs la mejor manera de crecer
y dejar de cometer los mismos errores que enlutaron momentos....
abrazos
Claro Mucha, lo raro es que sea el reflejo quien analice.
EliminarSaludos.