En
una ciudad susceptible a las preocupaciones familiares y los rezos apresurados
cuando un movimiento telúrico no da espera, nada mejor que Cielitolindo.
No
nos preocupamos por el sismo de momento, ni por las pérdidas económicas en
estos agasajos de la tierra. Nuestra intención no es anticipar, mucho menos
tener precauciones y métodos de emergencia en rascacielos inteligentes o casas
decimonónicas. Con Cielitolindo usted
no podrá apresurar a los suyos para salir rápido del hogar y, de paso, salvar
el televisor de plasma ultra HD 40
pulgadas ante una inminente caída de la mesita de noche.
Los
rostros de temor y las injurias contra el gobierno al sentir bailar el piso
bajo sus pies, son nuestra prioridad; nuestros sectores, la salud y el entretenimiento.
Cielitolindo ha sido un éxito en la
reducción del estrés en una sociedad destinada a vivir sobre una superficie
sismológica. Además, su utilización no es del otro mundo, y la eficacia es
avalada por un colectivo anti-disuria inicial cuando sus integrantes piensan en
aquellos trémulos inconvenientes.
El
servicio requiere de un chip instalado por nuestros especialistas en su hogar, el
cual se activa al registrar un movimiento del suelo (no aplica en casas,
fábricas o edificios cerca de estaciones del metro, autopistas de carga pesada
o estadios de fútbol). Como es lógico, en circunstancia de baldosa floja el
cliente empezará a tener dudas sobre el origen del vaivén, descartando el
aliciente etílico o un temor por tres semanas de retraso. Los ojos incrédulos,
los “Jesús mío” con camándula en mano y las salidas bruscas no se harán
esperar. La clásica frase “Está temblando” se evocará en la calle y las miradas
hacia los techos y el cielo no resultarán una mera coincidencia.
Con
el Cielitolindo instalado el miedo es
historia. Ya sea un vaivén de cuna o un terremoto sin precedentes, usted
actuará evadiendo la paranoia. Eso sí, entre más arquee las cejas Charles
Francis Richter, mayor calidad tendrá la diversión. El procedimiento no tiene
complicaciones: a cada escala del sismo una serie de colores se proyecta sobre
su cabeza y empieza a jugar al son del movimiento telúrico, llevando la
brusquedad a un ambiente apacible de ritmos y armonías, creando figuras y
formas de sus mejores recuerdos con la posibilidad de configurarlos por
internet. Algunos prefieren encontrar en aquellas combinaciones lo más excelso
del arte, otros, y otras, un gol inolvidable del equipo de los amores, una
Mónica Bellucci apretando con sus labios una fresa o un Robert De Niro
haciéndola del joven Vito Corleone.
Pero
la sorpresa no termina. El holograma de colores y su combinación es acompañado
de una canción clásica de la nostalgia y el sentimiento grupal, un claro himno
de la ranchera convertido en el armonizador por excelencia en diferentes
latitudes del orbe. El tema musical Cielito
lindo será un instrumental cuando usted vea las figuras adornando el
espacio alrededor suyo, y aunque en sus primeras experiencias no le encuentre
lugar a nuestro servicio, es innegable el estado de sosiego generado con
estapieza del arte mexicano. Así, poco a poco entrará a ser parte de los
clientes agradecidos, los cuales, al ver su casa agrietada, no toman medidas
drásticas que propicien un accidente, y se deleitará con el esbozo de un cuadro
de Marilyn Manson o Frida Khalo mientras tararea la sierra morena y canta y no
llora.
Tras
el éxito comercial, ahora hasta las multinacionales adquieren Cielitolindo, sobre todo aquellas donde
sus empleados trabajan en edificios de más de 50 niveles, con un sueldo
injustamente agradecido y un tiempo justo de trabajo de 12 horas por día.
Inclusive, los gobiernos nacionales han buscado favorecer nuestro servicio en
las metrópolis, instalando el chip en lugares estratégicos para socorrer a cualquier
ciudadano sorprendido por un sismo en la calle, armonizándolo con su entorno y
recordándole, no sobrarán los sponsors mínimos, que el gobierno de turno no
descuida a sus votantes.
Lo
hemos dicho, Cielitolindo aumenta su
cuota de entretenimiento si el temblor parece el último día de su vida. Por
ello, muchos de nuestros clientes demandan mayor preferencia en sus
configuraciones. Quienes se dejan llevar por el nacionalismo o alguna
nostalgia, prefieren un vallenato o una polca como relajación. Otros buscan melodías
personales: la elocuente Highway to hell
de la banda británica AC/DC, o la noventera y no olvidada Yo no soy grillero de la neoyorquina Proyecto uno, son ejemplos.
Humorístico como relato pero a la hora de la realidad les puedes pedir,
ResponderEliminarMantengan la calma y sigan gritando.
Caray, con lo que dices Carlos, ya se me cayó mi proyecto empresarial. Abrazos.
EliminarBuenísimo, mi colombiano. Ponme para llevar uno de esos que falta me hace. Excelente relato. Te mando un abrazo.
ResponderEliminarGracia Manu, y milagro volver a saber de vos, dónde has estado con tus crónicas. Acá en México a todos nos hace falta uno de esos. Aún no me acostumbro (Como dice esa salsa) a vivir con los temblores al doblar la esquina..
EliminarAbrazos.
Y sigo sonriendo con los escritos a los cuales les das alas para volar
ResponderEliminarun beso
Gracias Mucha, Mucha, Gracias.
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