Preocupada por la poca
garantía de privacidad en las personas, la Policía Municipal, con apoyo del
departamento de medios de La Corporación, instaló un número desconocido de
cámaras en diversos puntos de la ciudad para afianzar la libertad de locomoción
por los espacios públicos. Un servicio a favor del transeúnte olvidadizo las 24 horas del día.
Muchos de los ciudadanos monitoreados, cuando cometían acciones en contra
de su bienestar,
o el de otros, han sido acusados en el Tribunal Superior, el cual impuso sanciones graves
sin dar derecho a réplica
a los acusados.
No había manera de hacerlo. Las pruebas registradas eran tan contundentes, y en
High Definition, que al ser culpado
después de ver el video, el infortunado aceptaba los cargos sin ninguna objeción a pesar de tener una
familia entera como testigo de sus noches convalecientes en casa por una fiebre amazónica.
Gracias a las cámaras
varios cartógrafos e historiadores de la ciudad descubrieron lugares
desconocidos hasta ahora. Además, arquitectos, diseñadores e ingenieros civiles
corrigieron errores no visibles en las calles antes de ser expuestas
públicamente las grabaciones.
El proyecto funciona en rigor, como se ha podido verificar.
La
mayor parte de este logro se debe al trabajo íntegro de uno de sus principales
equipos, el de
Edición
de Video.
He estado curioseando por tu blog y me gusta cómo salpicas el lenguaje serio y formal con irónicas paradojas en el contenido. Me alegro de haber llegado hasta aquí, te sigo leyendo, un abrazo.
ResponderEliminarSusana, una alegría más en este día. Bienvenida, espero disfrutes tanto estas historias como yo con las tuyas de cada martes. Ahí caminaré por tus lares.
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