De repente, al terminar
el curriculum para un casting de un nuevo seriado televisivo, reconoció haber
interpretado tantos personajes en su oficio, tantos rostros y voces diferentes
entre sí, que entre los papeles de su larga lista actoral confundió su nombre y
no supo de quién era la foto frontal de la presentación.
Eso se llama meterse en la piel de los personajes, sí señor.
ResponderEliminarÁndale José Antonio, eso suele pasar, muy a menudo y ni siquiera nos damos cuenta. Saludos.
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